Wednesday, November 24, 2010

Distrito san Juan Bautista de Oyolo (1572)

DISTRITO DE OYOLO, PUEBLO DE GRANDES ARRIEROS Y COMERCIANTES, PROVINCIA DEL PAUCAR DEL SARASARA, AYACUCHO-PERU.

Autor:
Eduardo Maximiliano Narrea Huamaní (1951).

DEDICATORIA:
A mis padres Don Máximo Narrea Alfaro y Doña Catalina Guadalupe Huamaní Alata.



PRESENTACION
El distrito de Oyolo es un paisaje ecológico, que está asentado en una hollada entre los macizos rocosos de los Andes del sur en Parinacochas, ahora llamado del Paucar del Sarasara, desde los tiempos de los pre-Incas sus pobladores de sus tres barrios ganaron frontera agrícola cultivando en las laderas de los cerros, en inmensos jardines colgantes llamados Andenes, es un pueblo aguerrido que tuvo dos revoluciones sociales, tiene una fructífera historia gracias a sus arrieros y comerciantes que es necesario conocer, con estas crónicas pretendo contribuir con mi granito de arena en el inmenso mar de la historia, recién le ha llegado la modernidad en pleno siglo XXI con la llegada de carretera, la energía eléctrica y con ella el internet, teléfono etc.


El pueblo fue fundado por los españoles hacia 1572 bajo el nombre de San Juan Bautista de Oyolo,El Distrito de Oyolo” está ubicado en la provincia del Paucar del Sara Sara, departamento de Ayacucho, Perú. Es un pueblo netamente agrario y ganadero que está rodeado de cerros y picos nevados que guardan tesoros de oro en sus entrañas, de valles en el que la Pacha mama extiende sus polleras bordadas en lagunas azulinas, con fértiles, hermosos y profundos valles altos andinos en donde se desarrolla una agricultura en tierras de secano, que se descuelgan en parcelas de andenes hasta la profunda garganta del río, y allí en ella esta Chuspini "valle sagrado de Oyolo" y que fue el hogar de mi abuelo el arriero Don Víctor Huamaní Chamana.


El pueblo de Oyolo en 1930 fue un "Pueblo de Grandes Arrieros y Comerciantes" y los vecinos de otros pueblos les llamaban -cocakepi-, que significa que en su alforja llevaban la hoja de coca. El pueblo de Oyolo está formado por tres barrios:
1.00 Achumani, ("terciopelo"), todas las personas se vestían en forma muy elegante y eran los más educados.
2. 00 Puma tambo (“guarida de los pumas”) eran netamente agricultores y vivían al pie del andén, también les llamaban ayapa-siqui (poto del andén).
3. 00 Oyolo Ayllu llamados los llana mate, eran los más indígenas, con muy poco mestizaje.
De los glaciares del distrito de Oyolo nacen riachuelos que forman lagunas alto andinas y estos afluentes se convierten en ríos al bajar por las quebradas profundas forma los valles interandinos. Los principales ríos del distrito son el río Huagme, el río Huanca ó Uchubamba.
Como todos los ríos alto andinos cuando el agua desciende en pendiente desde los glaciares hacia el mar, a través de miles de años, las aguas van cortando las rocas en su constante trajinar y forman los cañones.
Estas tierras no son tierras de llanura, sino más bien son tierras de geografías accidentadas con quebradas y ríos profundos que presentan microclimas viables para hacer una excelente agricultura, por tal motivo muchas áreas de cultivo tuvieron que crearse artificialmente por los antiguos pobladores de estas comarcas , para ello se construyeron los andenes, que son trabajos de ingeniería, formando terrazas de piedras de varios pisos para evitar la erosión del agua, estas tierras de cultivo fueron acarreadas de las partes más bajas en trabajos comunales llamados “minca” y la tarea asignada para un día de trabajo se llamaba "mita", siendo una manera muy inteligente de reunirse para hacer trabajos comunales.

Desde joven siempre observé los valles andinos con sus "ríos profundos" y al igual que José María Arguedas pensé en la sociología cultural del hombre andino que llego a dominar la naturaleza, no abandono la difícil topografía andina con cerros y quebradas profundas sino que la venció en base a trabajos comunitarios y la convirtió en un paraíso.
Este arduo trabajo de los peruanos viene desde el tiempo de los pre-Incas que vivieron en los valles andinos, son netamente agrarios y ganaderos, siempre están laborando en sus minifundios y para eso se levantan muy temprano para llegar a sus parcelas de secano , esto quiere decir que se cultivan una sola vez al año según las épocas de lluvias y las parcelas que tienen regadío siempre están verde todo el año, ellas vistas desde lejos muestran sus cuadriculas marrones y verdes, los andenes de esta manera se muestran como unos jardines colgantes.

La capital del distrito de Oyolo es Villa Oyolo, este distrito es el más grande en territorio de los diez distritos del Paucar de Sarasara y tiene cinco anexos: Ccalaccapcha, Chapi, Huayunca, Laccora, Umasi.

En la época de la Republica El 10 de Agosto de 1922 siendo presidente constitucional Don Augusto Bernardino Leguía, Oyolo fue elevado a la categoría de Villa.
Por LEY REGIONAL DEL CENTRO nº585 con cede en Huacho; cuyo tenor literal de la ley, EL CONGRESO REGIONAL DEL CENTRO dió la ley siguiente: ARTICULO UNICO. - "Elévese a categoría de Villa a los pueblos de Oyolo y Pararca, capitales de los distritos de su nombre, de la provincia de Parinacochas.

Oyolo es un pueblo rebelde, tuvo dos revoluciones sociales clasistas en los años 1914 y 1930, esta historia es poco conocida en la historia del Perú, porque faltó mayor responsabilidad y difusión periodística en el tiempo del oncenio del presidente Augusto Bernardino Leguía (1919- 1930).

En su momento de prosperidad antes de las revoluciones sociales, este distrito fue uno de los pueblos más florecientes de Parinacochas, por la pujanza de sus hombres, pretendían ser la capital de la provincia, Oyolo era el paso obligado de los arrieros de Parinacochas entre la ceja de selva y la costa, fue UN EJE CENTRAL Y COMERCIAL DE PARINACOCHAS, fue su "época de oro" ya que tenían 65 tiendas mayoristas que abastecían de productos alimenticios a todos los pueblos vecinos,

Los propietarios de esas tiendas eran en su mayoría arrieros y comerciantes y se vendía: hojas de coca, aguardiente, vino ,ovillos de ovino y alpaca, frazadas, ponchos, chullos, sombreros, pescado seco salado, cochayuyo, machas secas, productos marinos secos extraídos del mar en las vísperas de semana santa , tejidos de alpaca, ropas y ponchos, pañolones y productos exóticos traídos del Cuzco.

Oyolo hoy día es un pueblo glorioso pero olvidado como muchos pueblos de Parinacochas en la cual solamente llegan muchas personas a su fiesta patronal para después otra vez quedar desierto esperando que llegue la modernidad.

Como autor de estas líneas al escribir crónicas sobre los sempiternos llaneros de los Andes y del distrito me enfrente al vacío de la historia del siglo XX, no existen crónicas ni documentos escritos publicados sobre los arrieros oyolinos y muy poco o casi nada se ha escrito sobre la historia del antiguo distrito de Oyolo, es una negligencia generacional de los hijos y nietos del pueblo, debido a que un noventa por ciento de los pobladores salieron del pueblo de jóvenes para nunca más volver, dejaron casas, tierras, tradiciones, y se llevaron su historia que ahora con mucho esfuerzo trato de recopilar y escribirla.

El objetivo preponderante ha sido llenar un vacío sobre la historia de los arrieros y desde esa perspectiva llegar a conocer la historia el pueblo de Oyolo, Al redactar estas crónicas llegue a encontrar mi identidad nacional porque no basta nacer en un territorio, sino que hay que conocerlo para después amarlo y servirlo. Desde Houston, Texas, les envío mi cosecha literaria de todo lo que conversaba cuando niño ,con mi madre Doña Catalina Huamaní Alata viuda de Narrea, a la cual considero que es uno de los recipientes más importante que guardó las vivencias frescas del pueblo y de los viajes de los arrieros, siempre pensé que ella era la reencarnación de Teresa Apoalaya la muy poderosa Catalina Huanca porque leía los quipus, tenía las llaves y la sabiduría del Imperio Incaico, ella supo motivarnos con sus sueños y leyendas, ahora en mi madurez estas crónicas y leyendas, están sólidamente documentadas.

CONCLUSIONES:

Al publicarlas vía internet en CRONICAS AYACUCHANAS, educando en valores y E-MAGISTER (administrador de la página ecológica)de España fortalecerán a la esencia peruana, que es un país basto de valores, que sentó sus frutos y fundamentos en la herencia cultural de una hermosa nación milenaria.

Obtenido de " http://es.wikipedia.org/wiki/Distrito_de_Oyolo " del

Sunday, November 21, 2010

MI PERRO CAPULI DE OYOLO.












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" MI PERRO CAPULI DE OYOLO"




1.00 DEDICATORIA:
A mi hija, Señorita Medico Veterinario Evelyn Katya Narrea Castilla, por su trabajo en diagnóstico, tratamiento y curacion de mascotas. Su dedicacion y empeño hacen grande al Mundo Canino.


 






2.00 AUTOR:
Eduardo Maximiliano Narrea Huamaní, que escribe con nombre deUS. “La capital mundial de la energía” Terminado de escribir a los dieciocho días del mes de Setiembre del 2010 en honor al "Señor de la Exaltación patrón del pueblo de Oyolo.







3.00 INTRODUCCION:
Con mucha imaginacion he labrado esta crónica familiar, que es una joya literaria de los pueblos del Paucar del Sarasara y Parinacochas, departamento de Ayacucho, Perú.  Capulí, fue un animal de pradera, su madre fue una perricholi oyolina y su padre un pastor aleman (German Shepherd), era de tamaño grande. fuerte, inteligente y obediente, trabajo como perro ovejero de joven y como perro guardian de los arrieros de adulto, viajo por diferentes pueblos junto a la tropilla de mulas y caballos. Reverdeciendo viejos recuerdos expongo las travesuras de la mascota de la familia, esta historia es verdadera, es una joya familiar y la quiero compartir con muchas personas que les gusta el Mundo Canino, aconteció en el distrito de Oyolo, provincia de Parinacochas, ahora llamado del Paucar del Sarasara, Ayacucho, Perú, transcurrió en la época de los arrieros , estos llaneros de los Andes fueron viajeros por antonomasia , nómadas, errantes, se apartaban de sus hogares por semanas, meses, transitaron por todos los rincones del sur y centro del Perú, viajaban constantemente a Tambo Rúelas en Arequipa llevando lana de ovino, transportaban comestibles de todo tipo como carne seca llamado charqui, papas, habas, maíz blanco del valle del Urubamba, la hoja de coca que la compraban en la ceja de selva de Apurímac y Cuzco, transeúntes incansables de todo el valle Sagrado de los Incas. Los arrieros oyolinos eran muy particulares, eran arrieros pescadores, trabajaron a orillas de las playas en el litoral marino de Ica, Moquegua y Arequipa, Entre ellos destacó nuestro abuelo Víctor Huamaní, que viene de una familia de arrieros, -que cuando joven le decían chorrillano- , porque vivió en esa caleta de pescadores y era un excelente pescador y nadador, de adulto era un buen comerciante, su fuerte eran las ventas del pescado seco salado, el cochayuyo (que son las algas marinas), y las hojas secas de coca, llegaba con sus productos por todos los pueblos de Parinacochas, nunca menosprecio a sus clientes, por este motivo, era conocido como el “mercader de Venecia” , llegaba hasta los más apartados caserío con su tropilla de mulas, necesitó tener un guardián para que vigile su preciosa carga y por eso escogió a su inteligente perro ovejero, llamado Capulí.

4.00 DE PERRO OVEJERO A PERRO ACOMPAÑANTE DE LOS ARRIEROS OYOLINOS.

Capulí nació en las praderas del distrito de Oyolo, junto con las cabras y la manada de ovejas, este sabueso fue criado para pastor de ovejas, de cachorro se le alimento en base de leche de cabra, como se nutre a los que van a ser pastores, de retoño jugaba con los corderos, era su mundo el ganado que pastoreaba las verdes campiñas de ichu, pastos naturales que son el herbaje del ganado a 3500 msnm , creció hasta ser un perro grande, fuerte, un hermoso chusco-oyolino cruzado con pastor Alemán, cuidaba que la manada de ovejas siempre este junta, de esta manera los protegía de los zorros que podrían llevarse a los corderos más pequeños, se identifico desde cachorro con el olor de las ovejas y su mundo silbo pastoril. Nunca se desprendía de Víctor cuando este visitaba su rebaño de doscientas ovejas cada treinta días, lo perseguía por todas partes, Capulí moviéndole la cola seguía al arriero por todos los lugares que el visitaba, ya que llevaba víveres para el encargado de cuidar sus animales, que lo había dado al partir o sea que la mitad de toda la producción del hato era para el encargado y la otra mitad para él. Es una manera muy sabia de compartir las acciones, pagarle con su misma producción de su hato de ovejas y a la vez hacerlo socio de su pequeña empresa ganadera. El abuelo escogió al perro como su escudero para llevarlo en sus interminables viajes, lo traslado para que cuide el valioso cargamento de las mulas y para que les pase la voz cuando algún pillo este husmeando sus cargas, de esta forma su caravana estaría más protegida. Un hijo de Capulí sería su reemplazante en el hato de ovejas como perro ovejero, Capulí era ya un animal maduro, conocía los campos alto andinos y estaba acostumbrado a andar en las praderas heladas. Viajó por varios años junto a la tropilla de mulas, fue un inseparable amigo , cuando llegaban a los pueblos Víctor lo metía en un canasto y lo ponía sobre una mula, para que no pelee con otros caninos, ya que era muy fuerte y agresivo con los otros sabuesos, que siempre ladraban a Capulí, porque los perros son astutos y tienen marcados sus territorios, y cuidan las casas de sus amos, cuando los arrieros se detenían para descansar en las praderas o lugares baldíos lo soltaba para que cuide las cargas, y de noche mientras todos dormían, el se trasnochaba vigilando las cargas, y ya agotado de su desvelo en la aurora del alba acostumbraba dormir sobre un pellejo en la puerta de la carpa del arriero, durante muchos años viajo con la tropa de mulas por diferentes pueblos y jugaba a orillas del mar cuando ellos iban de pesca en la Costa, tenían muchos pedidos de pescado seco salado para semana santa y otros días festivos. Cuando estaban en las labores de pesca siempre los acompaño en sus labores cotidianas, los arrieros pescadores dormían a orillas del mar en unas carpas que tenían por soportes unas costillas de ballena, que las recogían a orillas del mar, ellos como pescadores ingresaban al mar muy de madrugada en unas chalanas a remos con su perro a estribor en sus labores de pesca artesanal, tenía como característica más importante una oreja partida ya que en una oportunidad se le incrusto un anzuelo de pesca y hubieron que sacarle ese arete que le había traspasado el cartílago y la piel, le faltaba también uno de los dedos de su mano derecha producto de la amputación ocasionada por un cangrejo que lo mordió a orillas de un mar embravecido, y para que no sangre tuvieron que cauterizarle la herida con un fierro caliente sacado de la brasa que utilizaban para cocinar sus alimentos. Este sabueso tenía su plato de madera y siempre compartía con todos los trabajadores el menú del día, muchas veces este noble animal también cazaba conejos silvestres, y cuando pasaban cerca de una laguna le gustaba perseguir a los patos, y de esta forma se bañaba en sus aguas frías. Su trabajo más importante era vigilar el cargamento mientras los arrieros estaban de descanso, para eso estaba entrenado, debería ladrar al puma que es el Rey de los Andes, que vive en la profundidad de los valle cordilleranos y es el absoluto soberano de la cordillera, y a los hambrientos zorros que se acercaban de noche a husmear los cargamentos, pero debía mantenerse silente ante el peligro de algún malhechor que con intensiones de robo se acercarse a mirar el cargamento, hacer vigilia de noche mientras los demás duermen era cosa común entre los arrieros, la vigilia es muy importante porque hay que cuidar las cargas de todas las piaras, una noche oscura y serrana en que solo las luciérnagas y los murciélagos transitan por la oscuridad, un asaltante sigiloso se acercaba de madrugada a revisar el cargamento de los arrieros, la mascota Capulí con gemidos despertó a Víctor que dormía solo con un ojo ya que estaba esa noche de vigilia, rápidamente y con mucha cautela obedeciendo a Capulí sorprendió a bandolero que estaba cortando las mantas para husmear que estaban llevando para avisar a su pandilla y asaltarlos, el arriero con reflejos rápidos sorprende por detrás al delincuente capturándolo por el cuello y poniéndole el filudo cuchillo muy cerca de la yugular, tenia tanta bravura en ese momento que casi degüella al malhechor, pero era una norma no matar al asaltante capturado, más bien tenían que partir de madrugada dejando amarrado al malhechor, y avanzar en la oscuridad para escaparse del peligro ya que muchos cuatreros estaban esperando que regrese el espía, que avisaría que tipo de carga están llevando para poder arrojarse sobre los arrieros, estos peligros eran muy comunes por eso ellos para repeler el ataque de los asaltantes también estaban armados, tener machetes, cuchillos y pistolas con municiones era común como armas de defensa. Víctor amarro las manos al malhechor, después de taparle la boca con un pañuelo lo puso en una redecilla de cuero y lo colgó en un árbol, después despertó a todos sus camaradas ante el inminente peligro aparejaron las cargas de todas las mulas, le quitaron las esquelas a la mula madrina, y el grupo partió en forma silenciosa , después de cuatro horas de fuga amanecieron cerca en un pueblo donde ya estaban seguros y pudieron descansar.

5.00 LA MUERTE DEL PERRO CAPULI.

En una noche de vigilia, Capulí cuidaba el cargamento de la piara de mulas, escucho con su fino oído el crujir de unas ramas, y segrego adrenalina cuando vio a un bulto asomarse agazapado entre la maleza, al observar bien la silueta y por el hediondo olor , reconoció que se acercaba un ágil felino, era el puma, conocido como el león de los Andes, el felino montaras rastreaba de madrugada, mientras todos los arrieros dormían, husmeaba la carga, el olor a charqui que es la carne seca, lo había atraído desde lejos, y el puma hembra de contextura flaca y hambrienta tenía que llevar carne para sus cachorros de camada, y el trabajo de Capulí era de estar alerta, vigilar mientras todos dormían y cuidar a su amo. El escudero Capulí enfrento a la hambrienta bestia que se estaba llevando un costillar de carne seca, persiguió ladrando al puma hasta una colina y allí en un fiero combate después de quince minutos de forcejeos y mordiscos, después de una sanguinaria pelea, un fuerte manotazo del puma hizo que Capulí se resbale al pisar las piedras húmedas de sangre y se despeñe por un barranco profundo golpeándose la cabeza contra las rocas, el puma de los Andes venció a nuestro héroe, todos los arrieros despertaron al escuchar los ladridos y ruidos de esa sanguinaria pelea, con machetes y pistolas en mano y disparando al aire para asustar a la bestia corrieron a defender a Capulí ,pero el gran gato de las montañas echándose al hombro su preciosa carga, se escabullo entre las rocas y posiblemente se escapo hacia una de las muchas cuevas de las montañas, que son de difícil acceso, al amanecer después de recoger al moribundo herido y ponerlo cerca de la brasa de fuego para que se caliente, el agónico animal dio su último suspiro en manos de su amo, después de cavar una pequeña tumba , fue enterrado con honores de héroe . En algún lugar de la cordillera de los Andes y bajo una cruz de madera que sostiene cuatro zapatitos de cuero y un plato de madera debe de estar la tumba secreta de la fiel mascota, 20 hombres puestos de pie alrededor de su tumba le dieron un triste adiós, compartiendo una botella de cañazo (aguardiente) , cabizbajos por el dolor en señal de despedida, uno a uno, iban recordando y contando las aventuras de la mascota a través de los años, su amo recordó que el mismo confeccionaba los zapatitos de cuero acolchado con piel de borrego para que no sienta frio cuando cruzaba las heladas cordilleras de nieves perpetuas, la nota triste la pusieron una quena y una guitarra tocados por manos expertas y canturrearon una música muy triste que le parte el alma a los oyolinos cuando están lejos de su pueblo : Adiós pueblo de Ayacucho perlas challay, después de escuchar ese salmo ayacuchano, Víctor muy afligido, y sonándose las narices con un pañuelo, -porque primero se llora por la nariz-, dijo con voz entrecortada: ¡- Adiós Capulí , compañero inseparable de viajes y de mil aventuras, te recordaremos siempre como un “mártir de los arrieros de Parinacochas” ,serás la mascota predilecto del pueblo de Oyolo, Grande Capulí de Oro”, descansa mi fiel escudero ”,! y puso sobre su tumba un ramo de flores de retama símbolo de las praderas ayacuchanas, y dirigiendo un coro de voces, todos al unísono voz en cuello arengaron : ¡En el dolor….. Hermanos!, ¡En el dolor…Hermanos!, ¡CAUSACHUN ….CAPULI!, ¡CAUSACHUN…….OYOLO ! , ¡CAUSACHUN………PERU !

6.00 CONCLUSION:

Gracias a Capulí rescatamos del olvido a los perros ovejeros, estas líneas in memorian, puestas en la vitrina del internet será una ventana al mundo para que muchos lectores dirijan sus ojos hacia los pueblos andinos. Debemos valorar más la labor de esos nobles animales que cuidan la economía de los ganaderos. Quiero destacar la inteligencia de los perros ovejeros que trabajan a campo abierto en las praderas y los campos comunales, ellos dirigen la tropilla de ovinos, los reúnen, buscan los animales perdidos del rebaño y los protegen de los malhechores y depredadores, esta historia nos ha demostrado que los perros no solamente sirve a los pastores, pueden ser como en este caso fieles guardianes, que cuidan nuestras pertenencias y nos defienden hasta con sus vidas, donde quiera se encuentren, en cualquier latitud, en todas las culturas y en todas las épocas, el perro es el mejor amigo del hombre.






Escrito en Houston Texas, USA, derechos de autor: Eduardo Maximiliano Narrea Huamaní, llamado por sus amigos "El Gran Chifú", escribe con el nombre de pluma de "Chifú, El Cacique de los Andes", derechos de autor: eduardonarrea@hotmail.com